No irse con extraños es algo que siempre preocupa a los padres y que es muy importante enseñar a los niños desde pequeños. El juego CORDIAL EL JUEGO DE LAS BUENAS MANERAS contiene una casilla que pretende recordar esta necesidad y reflexionar sobre ello.
Dado que, según revelan las estadísticas, en muchos sucesos desagradables que ocurren son responsables personas próximas al entorno familiar, y no desconocidos o extraños precisamente, la cosa se complica. Por ello, los familiares y conocidos deben conocer, comprender y respetar las normas que se establezcan para proteger a los niños.
Hay que procurar que aprendan unas precauciones que les proporcionen protección. Y ello sin crearles más miedo del necesario o que les impida la movilidad normal y necesaria.
Para empezar, tienen que procurar todos -mayores y niños- no alejarse demasiado, y sobre todo no perderse de vista, no perder el contacto visual.
Es peligroso aceptar regalos de desconocidos, y, si son chuches o algo de comer, más peligroso aún meterlo en la boca, pues podría contener alguna droga. Lo mejor es rechazarlo rotundamente, o, como mucho, guardarlo en el bolsillo y no comerlo.
Muy peligroso es también acompañar a los desconocidos a algún lugar, sea con el pretexto o promesa que sea (ver algún animalito, hacerle un regalo, llevarle a algún sitio que quiera ir...).
Si alguna vez es necesario que vaya a recogerlos a algún lugar (colegio, salida de alguna actividad...) alguien desconocido o poco conocido o que no es habitual, es conveniente haber establecido previamente una contraseña.
A la menor sospecha de peligro, el niño debe gritar pidiendo socorro en busca de ayuda de las personas que estén alrededor.
Igualmente, si alguien intenta forzarle a algo, que grite ¡¡¡NO!!! bien alto para que las personas de alrededor lo oigan y presten ayuda en su caso.
Es peligroso que los niños den información personal a desconocidos (nombre, domicilio, si están solos en casa...).
Nunca debe subir a vehículos extraños si no es con una palabra de seguridad convenida con los padres.
En caso de perderse en algún comercio, lo mejor es quedarse en el mismo lugar esperando a que los familiares vuelvan o dirigirse a las cajas o lugar de recepción para que busquen a los familiares.
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